Fonocentro
Polígrafos Musicales
Nace en Ciudad Bolívar, capital del Estado Bolívar.
Cultor de música tradicional venezolana y fiel artesano de géneros populares de su ciudad natal, antigua Angostura del Orinoco. Su pasión por la música autóctona lo conduce por instinto a ser el etnógrafo ingenuo de su época, dejando como legado información musical de los más representativos compositores de la otrora Angostura del siglo XX y las dos últimas décadas del siglo XIX inclusive.
Más de 1200 composiciones de carácter totalmente inéditas, un poco más de 18 años de investigación de campo, numerosas entrevistas y registros producto del intelecto creador de antecesores y músicos locales; evidencian de manera categórica la obra de este particular y sencillo hombre de pueblo. Un verdadero compendio universal de historias de vida que normalmente se perpetuán en el anónimo colectivo.
(Pedro) Manuel Yánez con una
melodía y sentido rítmico definitivamente increíbles aborda con naturalidad la
composición de géneros musicales, tales como: la retreta tradicional, parranda,
aguinaldo, gaita y tamborera, calipso del callao, merengue criollo, vals, paso
doble, instrumentales, jazz, bosanova, bolero, tango, son cubano, cancionero
infantil, repertorio sinfónico, ritmos mesoamericanos y música afro caribeña.
Su facilidad y virtuosa
inclinación de explorar las distintas sonoridades de América Latina y del
Caribe lo convierten con seguridad en uno de los últimos polígrafos musicales
de habla hispana capaz de generar junto a sus arreglistas e instrumentistas partituras
que recrean ambientes y sonidos de décadas pasadas, específicamente (1940 -
1960); generando composiciones caracterizadas por un estilo bastante atípico
dentro del contexto actual del mundo de la música.
Es importante destacar, que el
FONOCENTRO cataloga y registra en sus archivos gran parte de este legado étnico
musical que tiene en la actualidad como única referencia la composición en
tiempo de vals Viajera del Río; ampliamente difundida y versionada en los
últimos 15 años. Una de las muestras sonoras más representativas del pentagrama
musical venezolano junto al Caballo Viejo de Simón Díaz y Moliendo Café del
maestro Hugo Blanco.
La Bandola y su presencia en el Mundo
En el año de 1.995 surge en Ciudad Bolívar, capital del Estado Bolívar bajo la colaboración sistemática del maestro cordofonista Gerson García el Ensamble Orinoco; como propuesta a un nuevo estilo en la instrumentación tradicional caracterizado por la adopción de estructuras rítmicas sencillas y complejas de gran contenido armónico en el marco de lo popular y académico de la música venezolana.
Numerosos galardones
nacionales e internacionales, cinco producciones discográficas a lo largo de 16
años de trayectoria confirman de manera categórica la calidad de esta
emblemática agrupación guayanesa.
Durante la celebración de los 25 años de trayectoria artística del maestro Gerson García, el cuatrista y director del Ensamble Gurrufio Asdrúbal CHEO Hurtado, cito textualmente lo siguiente:
“La interpretación de Gerson de Pajarillo con la Bandola es reconocida como una de las más aprendidas del público en cualquier parte de Venezuela y el mundo. Su profesionalismo, seguridad, perfecto fraseo y esmerada interpretación no deja lugar a dudas para afirmar que estamos en presencia del bandolista más preciso y expresivo en la ejecución de la bandola llanera. Gerson no teme a tonos, su conocimiento del instrumento, sus habilidades en el manejo de un amplísimo repertorio y su extraordinaria musicalidad, le permiten un manejo intuitivo para la improvisación y composición, así como la posibilidad de tocar en cualquier tonalidad evidenciando su gran riqueza interpretativa. Su agudo buen humor y gran calidad humana, tienen especial significado en su desempeño profesional, reflejo de un permanente estímulo para el inagotable manantial de nuestra música, que en sus manos cobra la fuerza de la alegría llanera y el compromiso de ser venezolanos. Juntos hemos recorrido escenarios en Europa, Estados Unidos, América Latina y Japón, donde inclusive dejo alumnos interesados en la ejecución del instrumento. Importante presencia discográfica en todas esas latitudes lo distinguen de sus colegas. Miembro del grupo guayanés que en Caracas participo en El Zaguán de un Solo Pueblo en los años 80. Integrante de Costa Caribe, grupo con el que viaja a Estados Unidos en 1.991, la Feria de Sevilla en 1.992, Japón en 1.991 y 1.992, entre otras giras. Participante del Ensamble Gurrufio en algunas presentaciones nacionales e internacionales, integrante de Bandolas de Venezuela; agrupación con la cual nos hemos presentado en varios países. Es un honor y una enriquecedora experiencia ser tu amigo.”
Cheo Hurtado, Ciudad Bolívar
06 de noviembre de 1999
Epistemología del Bolero Guayanés
“Vallito”
Licenciado en educación, etnógrafo y músico autodidacta ejecutante del cuatro, la guitarra, el piano, el vibráfono, la flauta dulce, el clarinete, el saxofón y la trompeta. Nace en Ciudad Bolívar, capital del Estado Bolívar en el año de 1.952. Integrante y fundador de las agrupaciones: Los Gaiteros de la Plaza Miranda; conocidos en la actualidad como Serenata Guayanesa, la Compañía Musical Contemporánea Casta Paloma, La Orquesta Bonga Burú (música para todos los pueblos) y la Trova de Guayana.
Este notable
compositor guayanés junto a su hermano Andrés Morales Rossi funda la Escuela
Moderna de Música de Ciudad Bolívar y la Escuela de Música Liberto Martín en la
población de Soledad Estado Anzoátegui. Al maestro Vallito se le considera
responsable del movimiento Sinfónico y Jazzista de la Vieja Angostura del
Orinoco y promotor de la nueva generación cultural de nuestra ciudad capital.
Ha editado numerosos libros didácticos y pedagógicos sobre rítmica, lenguaje,
armonía, composición y armonización producto de más de 30 años de experiencia.
Igualmente ha creado ediciones sobre la ejecución pianística en la música
popular venezolana y la propuesta del Bolero Guayanés como genero inédito y representativo
de la música caribe.
Durante la LX Convención Anual de ASOVac 2010, el maestro
Vallito en su conferencia titulada: El Bolero Guayanés, resalto lo siguiente:
el aporte de la musicalidad cubana no tiene competencia en el universo tangible
de las sonoridades comtemporáneas; (el bolero, la guaracha, el danzón, el son,
la conga y la rumba) han penetrado e influenciado la música de todos los
continentes como patrón rítmico de la africanía caribeña. Particularmente y por
más de un siglo el Bolero se internacionaliza para convertirse en Bolero Son,
Bolero Moruno y Bolero Ranchero. Desde sus inicios el Bolero Cubano se caracterizó
por hablar de golondrinas, princesas, imágenes de la naturaleza, etc. El sexo y
la mujer empiezan a tomar cuerpo como temática central a partir de la década de
los 30 a través de la bohemia.
El bolero es música popular expresada a través de un lenguaje común que llego para quedarse sin excluir razas, ideologías políticas y religiones; teniendo por tradición la bondad de adoptar letras extranjeras y poemas ajenos. La influencia del género bolerístico se exporta desde el Caribe al mundo a través de la T.V, la radio difusión y el cine.
Oscar Hernández recrea en sus composiciones una nueva forma de interpretar Boleros sujeto a un esquema donde lo social, lo histórico, lo residencial y lo comunitario predominan en las imágenes y el contenido. El concepto sentimental que se expresa a través de amores particulares en el Bolero de origen caribeño, no apuesta papel alguno en la producción bolerística de este compositor.
A partir del paradigma anteriormente citado, un conjunto de músicos y compositores locales: los hermanos Morales Rossi y el desaparecido, pero siempre entre nosotros Pedro Manuel Yánez continuaron impulsando otra etapa de este género en referencia, contribuyendo con sus aportes al engrandecimiento de este maravilloso legado sonoro universal. Como resultado salen a la luz en pequeñas tertulias y ensayos de plaza, boleros como: "La Ventana", "Inspiración", "Si tu Volvieras" y "Callejeras", los cuales representan un guayabo colectivo sin pecaminosidad sexual.
Todo lo
contrario, esas "mujeres" representan el amor, la pasión, la
esperanza, la sustentabilidad vital, el pezón trascendental, además de reflejar
un gran reconcomio colectivo que atañe, preocupa e identifica a todos los
guayaneses, venezolanos, latinoamericanos y caribeños en general.
17 de noviembre de 2010
El Cineasta de la Vieja Angostura
Su periplo dentro del mundo del cine tiene su origen en la productora CEVECA como asistente de guiones. Allí escribía para la radio ayudando al locutor Carlos Márquez (El escritor que habla al corazón de las mujeres). Posteriormente trabajo en la compañía Cine Films 71 donde en compañía de algunos amigos produjo su primera película ROCK VENEZOLANO (1985).
Su
segunda producción cinematográfica PINTALO DE NEGRO (1989); protagonizada por
Flor Núñez, Héctor Myerston y Félix Loreto represento en el cine venezolano de
finales de los 80 una fuerte referencia en cuanto a largometrajes se refiere.
Es también responsable del documental MISERIA BLUE sobre
tráfico de órganos con la participación estelar del primer actor venezolano
Pedro Lander, cinta fuertemente cuestionada y censurada en la pantalla grande
por la crudeza de sus imágenes y temática para la época.
"EN LO MÁS ANGOSTO DEL RIO" (2010), su último largometraje galardonado con el Premio Municipal de Cine del Estado Bolívar; evidencia de manera categórica un trabajo pleno de estética y colorido con los valores suficientes para ser presentado en cualquier festival de Cine a nivel mundial.
"Hay etapas en la vida que son de reflexión, de búsqueda... yo fui un muchachito bendecido por Dios con ciertos talentos que un día se convirtieron en una carga y fue necesaria una pausa para saber cuál era mi destino. En mi caso esa pausa duro veinte años en los que pude entender el porqué de mi presencia en este planeta y en esta región Guayanesa. Hoy, se lo que quiero y por eso he vuelto a producir las cosas que quisiera sobrevivieran a mi partida; pero sobre todo por el deber que tenemos para con la gran Angostura del Orinoco, tan abandonada, tan menospreciada...
A mi amigo Manuel Yánez (hijo), en cierta ocasión le comenté: que me siento satisfecho por todo lo que hice y sucedió con mi vida antes de cumplir los cincuenta años, pero confieso que de verdad … sencillamente ya no me interesa. Lo importante, es lo que hagamos ahora y debemos hacerlo rápido".
El 28 de enero del 2012, El Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación Villa del Cine anuncio en su programa de proyectos cinematográficos de bajo presupuesto la convocatoria de la obra escrita: EL HOMBRE QUE PARAFRASEABA de la autoría del cineasta Luis Lara Gilberto, orgullo de todos los Bolivarenses.
Cabe destacar, que el jurado encabezado por el reconocido director Cesar Bolívar considero que la referida obra seleccionada a nivel nacional poseía la condición de participación más clara y representaba una propuesta interesante para la industria del Cine en Venezuela. Por su parte, y con la humildad que lo caracteriza Luis Lara, agrego lo siguiente:
"Acabo de escribir una novela: El Hombre que Parafraseaba… la hice para hacer una película, pero como dice Jean Luc Godard; si funciona como libro ¿Para qué? la película… él, es el cineasta que más admiro".
Artesanos de la Venezolanidad
Él Cuenta Canta
Y su herencia sonora
Primogénito del fallecido creador
de la emblemática canción en tiempo de vals VIAJERA DEL RIO; este hombre de
letras y fiel artesano de la guayanesidad en compañía del maestro sinfónico
Ángel del Valle Morales Rossi, el director de ensambles Gerson García y el
reconocido guionista y director cinematografico Luis Lara Gilberto dan apertura
de manera oficial al FONOCENTRO de la Vieja Angostura. Desde muy temprana edad,
este hijo adoptivo del Orinoco incursiona con virtuosa naturalidad en el ensayo
crítico y análisis introspectivo de la poesía nativista de los más destacados
exponentes de la narrativa venezolana de la última mitad del siglo XIX y el
siglo XX, inclusive.
Cabe destacar en sus numerosas
apologías y reseñas a los novelistas: Manuel Díaz Rodríguez, Rómulo Gallegos y
Arturo Uslar Pietri; así mismo el escritor guariqueño Ernesto Luis Rodríguez,
el filólogo de origen barines Orlando Araujo y el universal poeta Alberto
Arvelo Torrealba, entre otros. Manuel Yánez (Hijo) con verdadera audacia
compila dentro de su obra el sincretismo y la esencia de un relato costumbrista
empapado de sudor campesino y conmovido por el cabildo perdido de un toro viejo
enmatado.
Un poco más de 206 composiciones
inéditas (letra y música), 98 monólogos, numerosas entrevistas y un sin fin de
notas etnográficas dan forma y sentido a su CUENTACANTA (serie de cortos
cinematográficos que compila crónicas y experiencias de vida definitivamente
maravillosas). Remembranzas que impregnadas de madrugada y con olor a café
retinto se pierden montunas en el cantico agreste y silencioso del cabestrero
por los mil y un caminos de la tierra sin cemento.
De esta manera y desechando por
completo la literatura de importación en su inédita creación, este etnógrafo
compositor fortalece con marcada sensibilidad y cuestionables recursos
polifónicos, sensaciones sonoras y matices de un criollismo “galleguiano”
huérfano y olvidado por las nuevas generaciones de venezolanos que hacen vida
activa en la escena musical contemporánea.
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